Que quimera es pues el hombre, cual es la esencia de la frialdad con que actúa aparentemente; desde cuando existe y desde cuando decidió ser el villano de esta película de suspenso; desde cuando decidió no hacer firme su papel y actuar por conveniencia aunque esto implique derrotarse a sí mismo, ya sea porque cree ser la maravilla, fruto intocable de la naturaleza y consentido de sí mismo.
Cuando creyó saberlo todo sin nadie decirle nada, porque se cree sabedor de la verdad absoluta, si no conoce ni su propia verdad, porque juzga el actuar de sí mismo, si él mismo es culpable de lo que reglamenta, porque alardea de sus dudas e impone verdades que el mismo compone erróneamente; como llego a ser quien creyera ser perfecto y excelente a los ojos de los seres vivos que lo rodean en el universo.
Ese a quien llaman hombre, debería darse cuenta del altruismo insignificante en exceso; que problema es para él mismo y que tan pocas soluciones surgen de él; aún, hijo de la naturaleza, pretende burlar y humillar su naturaleza enalteciendo su ser pasando por encima de ella.
Aquel al que la razón no lo deja ser libre, aquel que es lo que nunca va a entender, aquel que tiene tanto como le falta, aquel que se supera infinitamente a sí mismo y no encuentra el pedestal perfecto para situarse aún compitiendo contra él mismo…
El hombre es lo que nunca va a entender, es la pereza que tiene, es la inteligencia que le falta y sobre todo es lo que nunca ha podido ser.....
Andrés Felipe Arboleda Monsalve.
ESTUDIANTE 2010
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